jueves, 30 de mayo de 2013

La contaminación en Villa Inflamable


Por Diego Bartalotta

BIENVENIDOS A  VILLA INFLAMABLE

Solo algunos minutos separan el “centro” de Avellaneda de los márgenes geográficos donde esta empotrado Dock Sud, barrio de 122 años, la misma cantidad de minutos que lo separan de la Casa Rosada.
Ramón, espera bajo el sol del mediodía. Toma mi retraso con naturalidad, de manera cómplice y esperando un replique me dice “sigo esperando ese momento en que  la vida pueda ser mejor, aunque mi espera no es pasiva sino que trato de cambiar desde lo cotidiano” 

El colectivo de la línea 134 se desvía y me desorienta, logro ubicar las tribunas de la cancha del Docke, las viejas Torres, ahí bajo y me dirijo hacia el cruce de las calles Debenedetti y Ocantos, desde allí son cuatro cuadras hasta la entrada al barrio que compartiremos con autos de alta gama conducidos por alguno de los directivos de las 44 empresas que condensan el Polo Petroquímico,  un complejo industrial de 380 hectáreas.

También circulan por allí camiones que traen a la memoria los que usábamos de pibes con mis primos en el patio de mi casa, con amplios tanques y sus cartelitos que indican mantener distancia “Precaución inflamable”.  Estos esquivan vecinas gordas con bolsas plásticas que llevan algo de frutas y verduras y hacen sonar la bocina ronca y mandona que piropea a la morocha voluptuosa que aparenta más edad que su joven rostro. 


Muchas esquinas tienen montículos de concreto para evitar el paso de los camiones ya que durante el ultimo año murieron atropelladas dos niñas, que no alcanzaban los nueve años y los vecinos lograron que desde el municipio regularan parcialmente el transito de los mismos con estos bloques amarillos. 

“Una suerte de solución” dirá Ramón mas tarde


 Antes de entrar al barrio nos sorprende la actividad de rutina de Prefectura y mas adelante personal de Gendarmería que tiene como función prohibir el ingreso de materiales de construcción para que nadie siga cimentando su futuro, ya que la orden del juez federal de Quilmes, Luis Armella, lo prohíbe para evitar nuevas construcciones.


La garita esta justo frente a la reserva ecológica “Saladita norte”, contaminada y solitaria, aunque tiene entre sus pergaminos el haber sido lugar de entrenamiento de corredores de canotaje olímpico 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario